Skull Tales: ¡A toda vela! (2ª edición)

Skull Tales: ¡A toda vela! Es un juego narrativo que se juega en campañas, formadas por capítulos o escenarios independientes. Tu personaje, que va progresando a lo largo de las campañas, explora peligrosas islas, templos misteriosos, cuevas o villas españolas en las misiones que proponen las campañas.

Te enfrentas a enemigos que debes vencer utilizando las características únicas de su personaje y sus aliados. Cada uno de los 12 personajes incluidos en el juego base cuenta con habilidades diferentes: magia, armas de fuego, explosivos, afiladas espadas o el mono de la Hija del Capitán, convertirán cada partida en una aventura única, regalándote experiencias inolvidables.

Isla Tortuga: la fase de puerto

La progresión de tu personaje no es tan fácil como “comprar” unas habilidades de una lista, en función de los puntos de experiencia ganados. Esas nuevas habilidades deberás conseguirlas en Isla Tortuga, cuyas localizaciones están vivas y sus personajes ¡también!

En el tiempo disponible en Isla Tortuga, pues el barco nos espera para volver a la aventura, viviremos eventos y podremos encontrar fama y fortuna, además de la amistad o desagrado de los personajes que nos enseñarán esas habilidades que deseamos aprender.

También conseguiremos equipo en el mercado de su plaza central, siempre que paguemos el precio necesario, así como mejoras para el barco, aliados que reclutar y una buena resaca, si nos encontramos a algún viejo amigo en la taberna.

Navegar por el Caribe fantástico

Una vez aprestada la nave y su tripulación, dependiendo de la narración de la campaña, nos haremos a la mar en nuestro buque (existen distintos modelos con diferentes características) y tendremos que encontrar la localización en la que se desarrollará la siguiente misión.

El mar Caribe está poblado de criaturas fantásticas, peligros y barcos que transportan jugosas mercancías o que buscan cobrar la recompensa que ofrecen por ti.

Tendrás que emplear las capacidades de tu tripulación para que el buque supere estos obstáculos, vigilar tu provisión de ron y víveres, sufrir abordajes y, si la moral decae y algún tripulante rival destaca, puede convertirse en Capitán en un motín.